jueves, 25 de marzo de 2021

La ermita de Santiago. El Oratorio de San Felipe Neri en la ciudad de Alhama de Granada

Cinco grandes templos ha tenido Alhama hasta finales del siglo XIX como podemos ver en el dibujo del Catastro del Marqués de la Ensenada año de  1749. ----De izquierda a derecha en la fotografia del dibujo podemos ver. : La Iglesia de Santiago. La iglesia de las Angustias. La iglesia de la parroquia o Encarnación. La iglesia del Carmen y la iglesia Convento del S. Diego. (Parroquia de Alhama de Granada)




Según Wikipedia: Congregación del Oratorio de San Felipe Neri (Congregatio Oratorii Sancti Philippi Nerii) 
 Congregación de sacerdotes seculares y de seglares iniciada por San Felipe Neri (1515-1595) cerca de la iglesia de Santa María en Vallicella (Roma) y erigida en 1575 por la bula "Copiosus in misericordia Deus" de Gregorio XIII. 
 Su característica más original es la libertad: sacerdotes y seglares oratorianos no están atados por ningún voto o promesa que implique compromiso. Cada oratorio es imitación del modelo fundado por San Felipe Neri, y del todo autónomo de los demás.







lunes, 15 de febrero de 2021

La Torre del Baño y su asentamiento


Torre del Baño y su asentamiento recreación de Stephen Smith 

 

Según PACUAL MADOZ en su obra DICCIONARIO GEOGRAFICO-ESTADISTICO-HISTORICO de España y Sus Posesiones de Ultramar de 1845, nos la describe así:

"No desagradará á nuestros lectores que para completar este art. insertemos las curiosas noticias que siguen. Hacia el E. de los baños, un poco mas arriba hay un terreno propio de D. Juan Toledo y Muñoz, señor de Cacin, en el cual existe una torre, cuya fáb., al parecer, es de tiempo de los moros ó quizá mas ant., y que es probable serviría de defensa á los baños; durante la guerra de la Independencia los franceses la repararon y aspilleraron, estableciendo desde ella un camino cubierto que bajando mucho comunicaba con la casa de baños, donde tenían un hospital militar. Para defender esta torre dominada por la cúspide del cerro, principiaron los mismos franceses un reducto de cantería, en el cual trataban de colocar uno ó dos cañones; hoy día se ve , aunque destrozado, en lo mas alto del cerro y sobre unos tajos cortados al lado del r. En las inmediaciones del expresado reducto se han encontrado en este año de 1845 muchos vestigios de pobl. romana, y varias monedas, algunas de ellas de cobre, de las llamadas januarias, sin duda porque en uno de sus lados tiene un busto con dos caras ó sea el del mes de enero que mira al, año saliente y al entrante. También se halló una vasija de barro, su figura parecida á una pequeña tinaja con asa como de cesta, todo lo cual induce á creer que dicha vasija es una ánfora romana."

Baños de Alhama de Granada de PEDRO PÉREZ DE CASTRO (1823-1902)

Los Hallazgos que menciona MADOZ son recogidos por Juan Antonio Pachón Romero en su articulo de 2008 "El patrimonio ibérico de Granada en la cuenca del Genil" en la revista BOLETÍN de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias de Granada. Con motivo del muy reciente  primer Congreso Internacional de Arqueología Ibérica Batestana, celebrado en la ciudad de Baza en mayo de 2.008.





 



Un estudio mas reciente de 2011 nos aclara las dudas sobre el origen romano o fenicio del yacimiento en cuestión. Se trata del estudio realizado por JUAN A. PACHÓN ROMERO Y JAVIER L. CARRASCO RUS  "Acerca de la facies fenicia en el territorio occidental granadino. Una mirada desde el interior" para el Museo Histórico Municipal de Priego de Córdoba.

¿UN YACIMIENTO FENICIO-PÚNICO EN EL CERRO DE LOS BAÑOS DE ALHAMA?

Hace cuarenta años, en la década de los setenta del siglo pasado, la puesta en roturación de la elevación topográfica donde se sitúa este yacimiento puso al descubierto un aparente asentamiento del que se recogió un importante lote de cerámicas pintadas que pasaron a manos privadas y que se tomaron globalmente como ibéricas. Pero el mejor conocimiento que hoy tenemos de los registros arqueológicos granadinos, y de todo el mediodía peninsular, hacen que en buena parte tengamos que considerarlo fenicio o producto de las actividades comerciales del horizonte colonial semita. El sitio guarda una relación directa con el manantial de aguas termales que surge al pie del mismo yacimiento de Los Baños, junto al río Alhama, por lo que es razonable pensar que esa abundancia de aguas fuese la razón de su existencia.

 Los últimos años han significado un importante deterioro, ejemplificando su estado actual una de las peores situaciones patrimoniales que hoy puedan encontrarse entre los yacimientos granadinos, en general y del occidente granadino en particular. A pesar de que su imagen no permite apreciar un estado preocupante de deterioro, los datos disponibles sí facilitan reconstruir una parte de su historia reciente, en la que es factible apreciar una evolución demasiado negativa en un recinto patrimonial que podría llegar a desaparecer con la impasibilidad de la sociedad contemporánea, perdiéndose los vestigios que aún pueden subsistir. Ya hemos dicho que las denominaciones que se le aplican es triple: Cerro del Castillo, del Balneario o de los Baños. La denominación de Cerro del Castillo alude a las antiguas estructuras emergentes que coronaban su cima y que se han perdido por completo desde los tiempos renacentistas hasta nuestros días.

De esas antiguas construcciones conservamos alguna imagen de cómo era su aspecto en pleno siglo XVI, gracias a las noticias aportadas recientemente (BLECH, 2008). La referencia original parte de una acuarela fechada en 1561, en la que se observa una vista de Alhama de Granada desde el norte y donde se aprecia, a la derecha de la imagen, pero a la izquierda del balneario y sobre él, un torreón que coronaba el mismo sitio del yacimiento que tratamos y que es denominado en el propio dibujo “torre de guardia”. No podemos saber cuándo desaparece esa estructura defensiva, aunque quizás hubiese quedado bastante maltrecha por el grave terremoto que asoló la comarca en 1884, si no lo fue con los procesos desamortizadores que afectaron a los bienes de propios y eclesiásticos del lugar por esas fechas. Así, sabemos que el actual balneario fue propiedad conventual hasta las desamortizaciones del XIX.

 El lugar donde se levantaba la torre, con o sin ella, debió permanecer como un espacio virgen en lo arqueológico, probablemente sin cultivar, como siguen todavía hoy ofreciendo muchas de las laderas de otras varias fortificaciones y castillos en otras geografías. Ello explicaría que el Cerro de Los Baños aportase, cuando se puso en cultivo hace un poco más de treinta años, la parte más alta de la elevación topográfica, una serie de materiales arqueológicos de raigambre prerromana que pasaron a manos privadas y a las que hemos podido acceder parcialmente, gracias a algunas fotografías y dibujos. En los últimos tiempos, en los inicios del siglo XXI, la cima del yacimiento que era lo poco que se había conservado sin demasiadas alteraciones, por su composición parcialmente rocosa, ha sido objeto de otra agresión con maquinaria pesada para rebajar y acondicionar una plantación de olivos con regadío. Esta alteración ha debido dar al traste con lo que aún podría conservar esta parte del yacimiento, poniendo en muy grave riesgo lo que podamos averiguar del por qué del yacimiento. Indudablemente, la situación previa del sitio y la actual demuestran los efectos negativos que produce el divorcio organizativo entre las administraciones culturales y las agrícolas, que siguen sin intercambiar información y facilitan la apertura de nuevas explotaciones rurales, o su transformación, sin atender las posibles consecuencias destructivas sobre sitios recogidos en los catálogos provinciales del patrimonio arqueológico.

 Los Baños, hace casi cuarenta años, estaba considerado como un sitio específicamente romano, tal como lo había clasificado el profesor M. Pellicer en los años sesenta del pasado siglo (PELLICER, 1964: 326). Pero los datos actuales permiten adjudicarle una función similar y parcial a la que pudo desempeñar La Mesa de Fornes, aunque a partir de un período más tardío. Su interés aquí es que ha proporcionado un abundante repertorio de materiales orientalizantes, entre los que destaca una cantimplora pintada (Fig. 17). Su peculiar forma (PACHÓN y CARRASCO, 2005: 61-64, gráf. 9) alude a un tipo de vaso muy conocido en la arqueología de Oriente Próximo, desde fines del segundo milenio a.C., bajo la denominación de pilgrim flask, que ilustraría posiblemente en Alhama el interés por el uso de las aguas del balneario aledaño, como manantial con valor medicinal muy en boga entre las comunidades fenicias y posteriores. Esta utilidad específica del yacimiento, en función de la valoración de este hallazgo, como recipiente inédito en los repertorios cerámicos peninsulares, explicaría un especial interés de las poblaciones orientales fenicias por el sitio, hasta el punto de incorporar a los repertorios cerámicos del lugar vasijas que solo eran conocidas en Oriente y que debieron traer directamente los fenicios, una vez que dispusieron del suficiente poder para controlar al menos el camino que desde el Boquete de Zafarraya iba hacia el Cerro de la Mora, a través de los ríos Alhama, Cacín y Genil, pasando indudablemente por Los Baños. Cabe decir, además, de esta cantimplora, que la representación pintada de un rostro en una de sus caras abre en la zona del Poniente Granadino la única cerámica orientalizante conocida que muestra una temática decorativa figurativa, en este caso antropocéfala, que también conocemos en policromía en el horizonte colonial fenicio y que debemos relacionar con el vaso alhameño, pese a que en el ejemplar granadino solo se empleó la monocromía.

La presencia de otras formas cerámicas del mismo momento (Fig. 18) o de un momento algo posterior en el yacimiento, junto a la cantimplora orientalizante, corroboraría el hecho de que realmente se trató de un sitio arqueológico especialmente señalado, bastante frecuentado por gentes que gustaban de los productos fenicios, por no decir que fuesen auténticamente fenicios que demandaban sus artículos cotidianos. Al margen de los intereses económicos que pudo moverlos, el uso tan antiguo del manantial de aguas termales estaría comprobado no solo desde tiempos romanos, como comúnmente se acepta, sino al menos desde tiempos orientalizantes. Por ello, no es descartable que en esa época tuviese valor como santuario hídrico. Algo que no es ninguna novedad como ya ha analizado R. Rodríguez estudiando el uso religioso del agua en Cádiz (RODRÍGUEZ MUÑOZ, 2008) con el que también se relacionaría la cantimplora pintada, expresando el interés simbólico adjudicado al soporte cerámico para transportar un contenido de gran valor, como siempre han sido las aguas salutíferas. 

De esas otras producciones cerámicas pueden destacarse los restos de cerámicas policromas, entre las que debemos mencionar la tapadera de una urna de orejetas perforadas que es un caso prácticamente desconocido en los repertorios cerámicos de la Edad del Hierro en la provincia de Granada, salvo algunos escasos representantes ya de época ibérica del Cerro de la Mora, pero en producciones monocromas y en otros conceptos cerámicos. El caso de Los Baños es más antiguo, propiamente orientalizante y relacionable con hallazgos del ámbito fenicio mediterráneo que han proporcionado urnas de orejetas similares en las necrópolis malagueña del Cortijo de las Sombras de Frigiliana (ARRIBAS y WILKINS, 1973: fig. 17), ya del siglo VI, y parecidas en la de Jardín en Vélez Málaga que podrían encontrar una cronología similar, donde hay un caso que conserva la parte inferior de la urna de orejeta (SCHUBART y MAAß-LINDEMANN, 1995: fig. 30g), como otras conocidas del yacimiento granadino.

 Igual comparación encontramos en los cuerpos de otras urnas similares del yacimiento, donde se han reconocido las perforaciones para sujetar las orejetas de las tapaderas correspondientes (Fig. 19), o bordes para encajar otras tapaderas de las que no sabemos si llevaron orejetas, aunque es lo más probable. Un indicio muy importante de la raigambre orientalizante de estos restos son las decoraciones pintadas que no solo se componen de bandas y filetes coloreados, sino que se acompañan con motivos pictóricos más complejos que trazan elementos estrellados, enrejados y ramiformes en pinturas oscuras que, por paralelos en el Cerro del Villar en la desembocadura del río Guadalhorce, Málaga (AUBET et alii., 1999: fig. 130a) y otros de la citada necrópolis de El Jardín (SCHUBART y MAAß-LINDEMANN, 1995: figs. 9; 19,290 y 299; 20,336; 22,372; 29 y 30f) por citar solo algunos ejemplos, redundarían en ese siglo VI a.C.

 Estaríamos pues ante un yacimiento, cuyas concomitancias y paralelismos con los hallazgos de otros sitios del horizonte fenicio mediterráneo, explicitaría cómo en el momento orientalizante de esta zona de la provincia de Granada, algunos de sus yacimientos establecieron unas relaciones y compenetración desconocidos hasta entonces que probablemente tengan mucho que ver con el aumento del control fenicio de algunas de las rutas de penetración hacia el Genil, donde precisamente se situaba este sitio de Alhama, coincidiendo posiblemente con la existencia en La Mora de una comunidad fenicia a la que debió pertenecer el difunto que se enterró con el porta-amuletos que destacamos antes.

 Infortunadamente, el yacimiento arqueológico de Los Baños de Alhama, materializa uno de los ítems más representativos de la precaria situación de algunos de los sitios patrimoniales de Granada, en el que han confluido las erráticas y contradictorias políticas preventivas de las administraciones, junto a las actuaciones irregulares de particulares que han convertido el lugar y su peculiar trayectoria de hallazgos en una de las crónicas más desgraciadas de la arqueología granadina. Es quizás, el sitio del Poniente Granadino donde sería muy importante realizar urgentes actuaciones de investigación si se quiere comprobar su secuencia poblacional y patrimonial, tratando de dar sentido a los datos inconexos que hoy solo podemos esbozar al respecto.


domingo, 31 de mayo de 2020

El patrimonio ibérico de Granada en la cuenca del Genil. Situación de la comarca de Alhama y los Bermejales.Juan Antonio Pachón Romero









Grabado de Anton Van Den Wyngaerde 1567
TORRE DEL BAÑO. Esta torre a pesar de que ya no existe esta catalogada como Bien de Interés Cultural y aparece en el catalogo del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. La imagen corresponde al grabado sobre Alhama de Granada de Anton van den Wyngaerde de 1.567. Se trata de una torre atalaya que parece que fue demolida por los franceses durante la Guerra de la Independencia. En este lugar hay en la actualidad un montículo artificial con agujero central que pudiera corresponder a los restos de una edificación de planta cuadrangular, quizás de la mencionada torre, quedando al parecer restos de otras construcciones. En todas las laderas del cerro hay una gran cantidad de cerámica superficial de época ibérica y romana, así como restos de construcciones que dan idea de la existencia de un importante poblamiento.


Superposición del grabado sobre una imagen actual (2020)

sábado, 31 de marzo de 2018

CINEMA PÉREZ – ALHAMA El cine de Alhama desde 1920


CINEMA PÉREZ – ALHAMA
🌐 www.rinconesdegranada.com
Recorrer el tranquilo pueblo de Alhama de Granada es siempre una experiencia gratificante. A nosotros nos gusta ir por allí de vez en cuando, e ir conociendo poco a poco sus monumentos, su historia y su gente. En Alhama siempre nos acogen con una sonrisa.
Uno de los lugares que no te dejará de sorprender es el “Balcón de los Tajos”, situado en la trasera de la Iglesia conventual del Carmen. Aquí el tiempo se detiene y puedes pasar un buen rato contemplativo. Justo a las espaldas de este emblemático mirador, se encuentra el “Cinema Pérez”, un inmueble de colores blancos y ocres del que hoy hablaremos.
El Cinema Pérez de Alhama se inauguró en 1920, en pleno auge del cine mudo. En esa época la música de un órgano o un piano amenizaba tanto las proyecciones como los entreactos.
El Cinema Pérez, además de proyectar películas era un espacio para la diversión y el espectáculo. Pronto se convirtió en uno de los lugares predilectos de cantantes, bailarinas, de magos y de todos los artistas que en la década de los años 20 del pasado siglo, iban de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad.
Las primeras referencias históricas que hemos encontrado en relación al Cinema Pérez, han sido en el periódico “Eco Artístico” del 15 de Junio de 1921,  en el que se puede leer:

Eco Artístico – 1921
“ALHAMA – Cinema Pérez . – Actúa con gran éxito el notable artista enciclopédico Rodawlas”. Esta escueta nota de prensa viene firmada por Romero. “The Great Rodawlas”, era conocido en la época por sus “Experimentos de cartomancia (magia blanca), prestidigitación y juegos antiespiritistas”.
Dentro del Cinema Pérez actuaron artistas tan consagrados como, Antonio Molina o la Niña de la Puebla.
Con la llegada de la Guerra Civil todo lo relacionado con la cultura se fastidió, y se usó el Cinema Pérez para algo tan repudiable como los “juicios populares”. Allí se decidía a qué vecinos había que fusilar.
En 1954 el cine de Alhama vuelve a funcionar. Contaba con una superficie que superaba los 300 metros cuadrados. La sala tenía, entre platea y anfiteatro, capacidad para albergar 300 butacas de madera. Disponía de una cabina con dos proyectores, uno de la marca Ossa y otro Hispano Suiza. En esos años las películas llegaban a Alhama por correo postal. Los días de cine eran los festivos, durante las ferias del pueblo y en Navidad, con sesiones a las 7:30 de la tarde y 10:30 de la noche. Las películas se anunciaban en unas pizarras en la posada, cerca del Mercado Municipal, y en el edificio de la Sociedad Económica de Amigos del País.
Cinema Pérez- Foto:todocolección
En la Plaza de la Constitución, se colocaba la ficha de la censura estatal de la época, con una calificación numérica para la película anunciada ese día:
  • 1-  Apta para niños.
  • 2 – Apta para jóvenes.
  • 3 – Solo para mayores (más de 21 años).
  • 3R – Para mayores con reparos.
  • 4 – Peligrosa. Su visión no era aconsejable.
CINEMA PERÉZ – ALHAMA
En los años 70 del siglo XX, el local se remodeló, y se sustituyeron las butacas, por otras más cómodas. Ofrecía doble función los sábados, domingos y lunes. También en esos años previos a la democracia, el Cine Pérez sirvió para organizar talleres de teatro.
En la segunda mitad de los años 80, el Cine Pérez se convirtió en sala de música,con pizzería incluida, conocida como Discoteca Nodo, o “La Nodo”. Lamentablemente este espacio de esparcimiento juvenil, cerró definitivamente en 1990. La falta de cuidados y el abandono de este edificio histórico durante tantos años, se hace patente al pasar por sus inmediaciones.
A finales de 2017 el ayuntamiento de Alhama adquirió el “Cinema Pérez” por 452.000 €. Este inmueble servirá para albergar espacios escénicos y culturales de la ciudad.